Fueron necesarias algunas fotos y muchos besos para pasar factura del deicidio. Aún nos queda Dublín -decían- pero sólo encontramos pantalones raídos por los años como pretexto; y ahora que los viejos que estaban ya se han ido hace frío en la cama. Los libros siguen guardando luto en el estante y serán otros los quintos pisos donde enamorarse, otros los ojos, otras las manos y otra la incertidumbre a cada paso. Cerrarán los quioscos algún verano y acabarán ahogados los grajos urdiendo otro otoño, silbando una entrepierna de cuando en cuando. Yo seguiré -aquí sentado- mirando tardes que amenazan malo destruyendo la virginidad de algún cuaderno; mi autoestima, no estaba preparada para tanta belleza.
2 comentarios:
I miss you my Boehmia :(
Fueron necesarias algunas fotos
y muchos besos
para pasar factura del deicidio.
Aún nos queda Dublín
-decían-
pero sólo encontramos pantalones
raídos por los años como pretexto;
y ahora
que los viejos que estaban
ya se han ido
hace frío en la cama.
Los libros
siguen guardando luto en el estante
y serán otros
los quintos pisos donde enamorarse,
otros los ojos,
otras las manos
y otra la incertidumbre
a cada paso.
Cerrarán los quioscos algún verano
y acabarán ahogados los grajos
urdiendo otro otoño,
silbando una entrepierna de cuando en cuando.
Yo seguiré
-aquí sentado-
mirando tardes que amenazan malo
destruyendo la virginidad de algún cuaderno;
mi autoestima,
no estaba preparada
para tanta belleza.
Ricardo Cólera,,, -un abrazo-
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